Víctima de COVID y víctima de la negligencia

Su esposa permitió expresar su dolor entre lágrimas, pero alzando la voz, dice ella: “para que a nadie más le pase lo que le pasó a mi marido”. Es que presentó síntomas de COVID 19, bajó la APP SALTA COVID y entre idas y venidas determinan el traslado al IMAC.
Un IPS que no dio respuesta inmediata a la gravedad del estado de Eduardo, la obra social donde aportó por más de dos décadas, no le dio respuesta.
Finalmente, luego de peregrinar pidiendo un lugar donde ser internado, fue el IMAC el lugar donde el paso de Chañe no fue el mejor, dice su esposa “8 horas de abandono en una cama”.
Sin poder llevar su celular, por protocolo, sólo los partes médicos que llegaban tras una fría llamada: “El paciente está siendo atendido, y pasará a una habitación”. Lo que la familia Chañe nunca supo, es que no había sido atendido, no tuvo ni la oportunidad de ir baño por ser COVID positivo, según las palabras del enfermero que le habría negado algo tan sencillo. Todos estos dichos, son por la esposa, quien tiene los audios de Eduardo contando la terrible dejadez que hicieron con él.
Sin mayores detalles, se entera, sin previo aviso, que fue trasladado por el SAMEC al Hospital San Bernardo, donde dice la viuda, fue de las mejores atenciones, a pesar de haber ingresado en estado crítico y en necesidad urgente de un tratamiento.
Dice la esposa de Eduardo: “tengo los mensajes de Eduardo contando que en el IMAC lo habrían tirado y dejado 8 horas sin atención, un enfermero no lo quiso llevar al baño, el médico nunca habló con el, que no le dieron nada para bajar la fiebre, en el momento del traslado lo hicieron caminar sin proporcionarle una silla de ruedas”.
Un calvario donde la desidia ganó y se llevó la vida de un padre, un esposo, un buen colega.
QEPD “Negro querido”.